Dar el salto al mercado global puede sonar intimidante, pero entender los procesos de exportación es, en realidad, el mapa que guiará a tu empresa de e-commerce o a tu operación logística directo al éxito. No veas la exportación como una tarea aislada y compleja, sino como un sistema integrado que, cuando se gestiona correctamente, se convierte en una de las ventajas competitivas más potentes para tu negocio.
Por qué dominar los procesos de exportación es crucial para tu negocio
Para las empresas medianas y grandes en México, especialmente aquellas en el sector de comercio electrónico, exportar ya no es un lujo, es una necesidad estratégica para escalar. Dominar los procesos de exportación significa abrirle la puerta a mercados mucho más grandes, diversificar las fuentes de ingreso y reducir la dependencia del mercado local. Una gestión logística eficiente en este campo no solo optimiza costos, sino que construye la reputación de tu empresa como un socio confiable ante clientes y compradores internacionales.
El panorama actual, además, no podría ser más favorable. El comercio exterior mexicano está mostrando una fortaleza increíble. De hecho, solo en los primeros siete meses del año, las exportaciones de mercancías desde México alcanzaron un valor de 369,436 millones de dólares, lo que significa un aumento del 4.3% anual. Este crecimiento viene principalmente de un empujón del 5.8% en las exportaciones no petroleras, que son el verdadero motor de nuestro comercio. Si quieres ver más detalles, puedes checar el informe de la Balanza Comercial de Mercancías del INEGI.
Los beneficios directos para tu empresa
Cuando entiendes y optimizas cada etapa del proceso, desde la preparación del producto hasta su entrega final, los beneficios para tu empresa se vuelven tangibles. Esto no se trata solo de mover mercancía de un punto A a un punto B; se trata de construir una máquina de crecimiento escalable y sostenible.
Dominar el flujo de exportación transforma la logística de un centro de costos a un diferenciador estratégico que impulsa la satisfacción del cliente y la rentabilidad a largo plazo.
Una operación bien afinada te permite lograr cosas como estas:
- Reducir costos operativos: Al elegir correctamente a tus socios logísticos y optimizar las rutas de transporte, evitas gastos innecesarios y maximizas el rendimiento de tu presupuesto.
- Minimizar riesgos: Una gestión documental precisa y el cumplimiento aduanero te previenen de multas, retrasos y la retención de mercancía en la frontera, protegiendo tanto tu capital como tu reputación.
- Mejorar la experiencia del cliente: Entregas puntuales y con total visibilidad generan confianza y lealtad, dos pilares clave para competir en el mercado global del e-commerce.
- Aumentar la competitividad: Un proceso ágil y eficiente te permite responder más rápido a las demandas del mercado, adelantándote a competidores con operaciones más lentas o complejas.
Para que profundices más en cómo las PYMEs pueden armar su plan de expansión, te recomendamos echarle un ojo a nuestras estrategias de exportación para PYMEs en 2024. Esta guía te va a preparar para las siguientes fases que vamos a desglosar a continuación.
Las 5 fases clave del proceso de exportación
Exportar puede parecer un laberinto de regulaciones y trámites. Sin embargo, en realidad, se puede simplificar en un proceso estructurado de cinco fases clave. Si entiendes cómo encaja cada una, el panorama completo se vuelve mucho más claro y manejable.
Para las empresas de e-commerce y logística en México que buscan cruzar fronteras, dominar estas fases no es solo un requisito, es una ventaja competitiva decisiva. Vamos a desglosar este viaje paso a paso, de forma práctica y enfocada en los negocios.
1. Preparación y análisis de mercado
Antes de preparar un solo envío, es crucial realizar el análisis estratégico. Esta es la fase donde te aseguras de que tu esfuerzo comercial y logístico será rentable. Se trata de contestar tres preguntas fundamentales antes de invertir recursos:
- ¿Existe una demanda validada para mi producto? No basta con tener un producto de calidad. Tienes que investigar si hay un mercado real esperándote. ¿Quién es tu competencia local? ¿Qué buscan los consumidores de ese país? Validar la demanda es el primer filtro para no destinar recursos a un mercado no receptivo.
- ¿Cuál es la "identidad aduanal" de mi producto? Cada artículo tiene una fracción arancelaria (o código HS), un número universal que lo identifica ante todas las aduanas del mundo. Este código define los impuestos aplicables, los permisos necesarios y si el producto tiene alguna restricción. Un error en este punto garantiza complicaciones, multas y retrasos.
- ¿Mi producto cumple con las regulaciones locales del destino? Cada país tiene sus propias normativas. Algunos exigen certificaciones sanitarias, otros tienen normas de etiquetado muy específicas o requisitos técnicos que tu producto debe cumplir. Investigar y cumplir con esto desde el inicio evitará que tu mercancía sea rechazada en la aduana de destino.
Esta imagen lo resume bien: una buena preparación es el cimiento de todo lo demás.

Como ves, una planeación sólida es lo que permite que la logística fluya sin problemas y tu negocio crezca.
2. Documentación comercial y aduanal
Una vez que tienes luz verde del mercado, llega el momento de la gestión documental. La documentación es, literalmente, el pasaporte de tu mercancía. Sin los documentos correctos y precisos, tu envío no podrá salir del país.
Piensa en los documentos como el ADN de tu exportación. Cada papel cuenta una parte de la historia: quién vende, quién compra, qué contiene el envío y si califica para algún beneficio arancelario bajo tratados comerciales.
Aunque puede haber más, estos son los cuatro documentos que sí o sí vas a necesitar:
- Factura Comercial: Es el comprobante de la venta. Debe ser impecable, detallando la información del vendedor y comprador, descripción de la mercancía, cantidades, precios y, muy importante, el Incoterm acordado.
- Lista de Empaque (Packing List): Es el "índice" de tu envío. Le informa a la aduana qué contiene cada bulto, su peso y dimensiones. Es crucial para las inspecciones y para que el almacén de destino pueda verificar la mercancía recibida.
- Pedimento de Exportación: Este es el documento oficial que declara ante el SAT que tus productos salen del país de forma legal. Lo gestiona tu agente aduanal, pero es tu responsabilidad proporcionar toda la información correcta y completa.
- Certificado de Origen: Si quieres que tu comprador se beneficie de tratados como el T-MEC, este documento es fundamental. Prueba que tu producto es originario de México y le permite a tu cliente pagar menos (o cero) aranceles de importación.
3. Despacho aduanero
Aquí es donde la teoría se vuelve práctica. El despacho aduanero es el proceso en el que tu mercancía se presenta ante la autoridad para obtener la autorización de salida. Es en este punto donde tu agente aduanal se convierte en tu socio estratégico más importante.
El proceso implica una revisión de todos los documentos y, en ocasiones, una inspección física de la carga (el famoso "reconocimiento aduanero"). Tu agente presenta el pedimento, paga los impuestos correspondientes y se asegura de que todo esté en regla para que tu envío cruce la frontera sin contratiempos.
4. Logística y transporte internacional
¡Luz verde en la aduana! Ahora es momento de que tu mercancía emprenda el viaje. Esta fase cubre toda la coordinación para mover la carga desde tu almacén o centro de distribución hasta el punto de entrega acordado.
La elección del Incoterm es fundamental aquí, pues define con precisión hasta dónde llega tu responsabilidad y tus costos, y a partir de qué punto la responsabilidad se transfiere al comprador. Además, te toca coordinar con el transportista o freight forwarder para que recoja la carga y la mueva por mar, aire o tierra, proporcionando seguimiento en todo momento. Si quieres profundizar en cómo hacer esta etapa más eficiente, te recomendamos leer nuestro artículo sobre la optimización de la cadena de suministro para exportadores.
5. Entrega y cumplimiento
La operación no termina hasta que el producto está en manos del cliente. Esta última fase abarca el seguimiento final del envío, la gestión de la "última milla" en el país de destino y la confirmación de entrega.
Una comunicación proactiva con tu comprador y la visibilidad del estatus del envío en tiempo real son clave para construir una relación comercial sólida. Una entrega exitosa no solo cierra una venta, sino que abre la puerta a futuras oportunidades de negocio.
Para tener una visión más clara, aquí tienes un resumen de cómo se conectan estas fases.
Resumen de las fases del proceso de exportación
Esta tabla te ayudará a visualizar rápidamente cada etapa, sus documentos esenciales y quién lleva la batuta.
| Fase del Proceso | Documentos Clave | Responsable Principal |
|---|---|---|
| 1. Preparación | Fracción Arancelaria, Certificados de Cumplimiento | Exportador |
| 2. Documentación | Factura Comercial, Packing List, Certificado de Origen | Exportador |
| 3. Despacho Aduanero | Pedimento de Exportación | Agente Aduanal |
| 4. Logística y Transporte | Bill of Lading (B/L), Air Waybill (AWB), Carta de Porte | Transportista / Freight Forwarder |
| 5. Entrega y Cumplimiento | Comprobante de Entrega (Proof of Delivery) | Transportista / Exportador |
Entender estas cinco fases te da el control sobre tu operación y te permite anticipar problemas, optimizar costos y, lo más importante, entregarle a tu cliente una experiencia de compra internacional impecable.
Los actores principales en tu cadena de exportación
Para que un envío internacional llegue a su destino eficientemente, no basta con empacar la mercancía y esperar lo mejor. Detrás de cada paquete que cruza una frontera hay un equipo de especialistas coordinados, trabajando para que todo fluya sin interrupciones. Entender quién hace qué en los procesos de exportacion es clave para gestionar tu logística de manera efectiva y saber a quién recurrir en cada etapa.

Piénsalo como una cadena de suministro bien engrasada. Cada eslabón cumple una función específica, y solo cuando todos operan en sintonía, el sistema funciona. En logística internacional, estos eslabones son los actores clave que mueven tu producto hasta su destino final.
El exportador: tu empresa
Tú eres el punto de origen de toda la operación. Como la empresa que exporta, eres el principal responsable de que la cadena de suministro comience de forma correcta. Lo que hagas (o dejes de hacer) aquí define el éxito de todo lo que sigue.
Tus responsabilidades principales son:
- Preparar la mercancía: Asegurarte de que el producto esté correctamente empacado, etiquetado y listo para el transporte, cumpliendo con las regulaciones del país de destino.
- Generar la documentación inicial: Tú creas los documentos base, como la factura comercial y la lista de empaque, con información precisa y consistente.
- Definir los términos comerciales: Acordar con tu comprador el Incoterm que regirá la transacción es tu responsabilidad, ya que esto define la transferencia de costos y riesgos.
Un error en esta primera etapa puede crear un efecto dominó, causando retrasos y costos no planificados en fases posteriores.
El agente aduanal: tu socio estratégico en la frontera
El agente aduanal es un experto técnico indispensable en el comercio exterior. Esta figura es mucho más que un gestor; es tu representante legal ante la autoridad aduanera (el SAT, en México). Su función es asegurar que tu mercancía cumpla con toda la normativa para salir legalmente del país.
El agente aduanal se encarga de tareas críticas, como:
- Clasificar correctamente tus productos bajo la fracción arancelaria correspondiente.
- Elaborar y presentar el pedimento de exportación.
- Coordinar el pago de impuestos o derechos aplicables.
- Representarte en caso de que la carga sea seleccionada para reconocimiento aduanero (inspección física).
Elegir al agente aduanal correcto no es un gasto, es una inversión en tranquilidad y eficiencia. Un buen agente te evita problemas, te ahorra tiempo y se convierte en un asesor indispensable para tu estrategia de comercio exterior.
Intentar realizar el despacho aduanal sin un agente autorizado no solo es extremadamente arriesgado, sino que, en la mayoría de los casos, es legalmente imposible.
El transportista: el que mueve la carga
El transportista, o carrier, es la empresa que ejecuta el movimiento físico de tu mercancía. Son los operadores de la cadena. Puede ser una línea naviera, una aerolínea o una empresa de autotransporte; su misión es llevar tu carga del punto A al B de forma segura y en el tiempo acordado.
Cada modo de transporte tiene su propio documento de embarque, como el Bill of Lading (B/L) para el transporte marítimo o la Air Waybill (AWB) para el aéreo. Este documento funciona como el contrato de transporte y como un recibo que certifica la entrega de la mercancía.
El freight forwarder: el arquitecto de tu logística
Finalmente, está el freight forwarder o agente de carga. Si el agente aduanal es el experto en la frontera, el freight forwarder es el arquitecto de todo el viaje. Su trabajo es diseñar y coordinar la solución logística más eficiente para tu envío, conectando a todos los demás actores de la cadena.
Un buen freight forwarder no solo mueve mercancía; organiza, negocia y supervisa todo el proceso. Se encarga de:
- Consolidar cargas: Agrupar envíos pequeños (LTL) de varios clientes para optimizar el espacio en un contenedor o camión y reducir costos.
- Contratar al transportista ideal: Negocia las mejores tarifas y rutas según las necesidades de tu envío, ya sea priorizando la velocidad o el costo.
- Coordinar la logística de punta a punta: Desde la recolección en tu almacén hasta la coordinación de la entrega final.
- Ofrecer visibilidad y seguimiento: Te mantiene informado sobre la ubicación de tu envío en todo momento.
Para una empresa de e-commerce o una mediana empresa, el freight forwarder actúa como un departamento de logística externalizado. Simplifica la enorme complejidad de los procesos de exportacion y te permite concentrarte en hacer crecer tu negocio.
Cómo elegir los Incoterms correctos para tu e-commerce
Al entrar en el mundo de los procesos de exportación, te encontrarás con un término clave: los Incoterms. Imagínalos como las reglas del juego que tú y tu cliente internacional acuerdan antes de mover un solo paquete. Estos términos, creados por la Cámara de Comercio Internacional, dejan perfectamente claro quién paga qué y, sobre todo, en qué punto exacto la responsabilidad de la mercancía pasa de tus manos a las de tu comprador.
Ignorar los Incoterms es como firmar un contrato a ciegas. Te expones a costos inesperados, malentendidos con tus clientes y dolores de cabeza en la aduana. Para una empresa de e-commerce, dominarlos es fundamental para proteger tu rentabilidad y ofrecer una experiencia de compra clara y sin sorpresas desagradables.
Los Incoterms más comunes para e-commerce y logística
Aunque existen 11 Incoterms oficiales, la realidad es que no todos son prácticos para el día a día de una tienda online o una operación logística moderna. Hay tres que se llevan el protagonismo por su claridad y su adaptabilidad a los negocios digitales y envíos de paquetería o carga consolidada.
-
EXW (Ex Works / En Fábrica): Este es el Incoterm de mínima responsabilidad para ti, el vendedor. Tu única obligación es tener la mercancía lista y bien empacada, esperando en tu almacén o fábrica. A partir de ese momento, tu comprador se encarga de absolutamente todo: coordinar la recolección, el transporte, el despacho de aduanas y asumir todos los costos y riesgos hasta que el producto llegue a su destino final.
- ¿Cuándo usarlo? Es ideal si estás comenzando a exportar y buscas la menor complejidad posible. También es útil en ventas B2B, donde el comprador es una gran empresa que prefiere gestionar su propia cadena logística.
-
FOB (Free On Board / Franco a Bordo): Este es uno de los más populares, especialmente en transporte marítimo de contenedores completos. Aquí, tu responsabilidad termina justo cuando la mercancía es cargada en el barco designado por tu comprador, en el puerto de origen acordado. Tú cubres los costos y riesgos hasta ese punto, incluyendo el transporte local al puerto y el despacho de aduanas de exportación en México.
- ¿Cuándo usarlo? Funciona bien cuando tu cliente tiene experiencia o mejores tarifas negociadas para el flete internacional. Te da control sobre la mercancía hasta su salida del país, pero te libera del tramo más complejo y costoso del viaje.
-
DDP (Delivered Duty Paid / Entregado con Derechos Pagados): Piensa en este como el polo opuesto de EXW. Es la opción de máxima conveniencia para el cliente final de un e-commerce. Con DDP, tú te haces cargo de todo hasta que el paquete llega a la puerta de tu cliente. Esto incluye el flete internacional, el seguro, el despacho de aduanas en el país de destino y el pago de todos los impuestos y aranceles.
- ¿Cuándo usarlo? Es la opción perfecta para el comercio electrónico B2C (de negocio a consumidor). Te permite ofrecer un precio final "todo incluido" en tu sitio web, eliminando costos sorpresa para el comprador. Esto crea una experiencia de compra transparente y fluida, similar a una compra local.
¿Qué Incoterm te conviene más?
No hay una respuesta única. La elección correcta depende de tu modelo de negocio, tu capacidad de gestión logística y las expectativas de tus clientes. No se trata de encontrar el Incoterm "mejor", sino el que mejor se alinea con tu estrategia comercial.
Elegir un Incoterm no es solo una decisión logística, es una decisión de negocio. Define tu nivel de control sobre los costos, tu exposición al riesgo y, lo más importante, la experiencia que le ofreces a tu cliente internacional.
Aquí tienes una tabla sencilla para orientarte:
| Incoterm | Tu Responsabilidad | Control del Cliente | Mejor Para |
|---|---|---|---|
| EXW | Mínima | Máximo | Empresas que inician o clientes B2B con logística propia. |
| FOB | Media (hasta el puerto) | Alta (flete internacional) | Exportadores B2B con experiencia y clientes que gestionan su flete. |
| DDP | Máxima | Mínima | E-commerce B2C que busca la mejor experiencia para el cliente. |
Para las medianas y grandes empresas de e-commerce que buscan una expansión internacional sólida, ofrecer DDP puede ser una ventaja competitiva enorme. Aunque requiere una mayor gestión de tu parte, elimina toda la fricción para el comprador, lo que se traduce directamente en una mayor tasa de conversión y clientes recurrentes. La clave está en apoyarte en socios logísticos, como un buen freight forwarder o una plataforma como Enviando, que pueden gestionar toda esa complejidad por ti.
Los errores más comunes al exportar (y cómo te los puedes ahorrar)
Iniciar operaciones de exportación puede compararse con navegar en aguas desconocidas. Por más sólida que sea tu empresa, siempre existen riesgos. La buena noticia es que muchos de estos errores son predecibles y evitables. Aprender de ellos es la forma más directa de asegurar que tu mercancía llegue a su destino sin contratiempos, costos inesperados o clientes insatisfechos.
Los problemas más frecuentes no son cuestión de mala suerte, sino el resultado de descuidos en la planificación que terminan impactando la rentabilidad. Identificar estos errores de antemano es fundamental para una operación logística sólida.
El tropiezo #1: La clasificación arancelaria incorrecta
Este es el error más común y, sin duda, uno de los más costosos. La fracción arancelaria (código HS) es la identidad universal de tu producto ante cualquier aduana del mundo. Una clasificación incorrecta puede derivar en el pago de aranceles incorrectos, multas, la retención de la carga y, en el peor de los casos, auditorías fiscales complejas.
- Mini caso real: Una empresa de calzado en Guanajuato clasificó unas botas de piel con un código demasiado genérico. Al llegar a la aduana de Estados Unidos, los oficiales determinaron que el código no correspondía al tipo específico de piel. El resultado: un arancel 15% más alto de lo previsto y una multa por declaración inexacta. La carga estuvo parada dos semanas, complicando todo el acuerdo con su distribuidor.
- La solución (sencilla): No improvises. Apóyate siempre en tu agente aduanal para validar cada fracción arancelaria antes de generar la documentación de exportación. Su experiencia es la mejor garantía contra este problema.
El papeleo: Documentación incompleta o con errores
La autoridad aduanera no tolera imprecisiones. La falta de un documento o inconsistencias entre la factura, la lista de empaque y el pedimento detienen el proceso de inmediato. Un simple error de tipeo, una diferencia de peso o la ausencia de un certificado de origen pueden dejar tu envío en el limbo por días o semanas.
Un envío exitoso depende de una cadena de documentos perfectos. Piensa en ellos no como papeleo, sino como los eslabones que conectan tu almacén con el cliente final. Si un eslabón se rompe, toda la cadena se detiene.
Desconocimiento de las reglas del país de destino
Cada mercado tiene sus propias regulaciones. Asumir que lo que es válido en México lo será en Europa, Asia o Estados Unidos es una suposición arriesgada. Hablamos de normativas de etiquetado, certificaciones sanitarias, restricciones sobre ciertos materiales o requisitos de embalaje específicos.
Incluso en mercados consolidados, el panorama es dinámico. Por ejemplo, según la CEPAL, se proyecta que las exportaciones de México crecerán un sólido 5%, a pesar de que Estados Unidos mantiene un arancel promedio del 8% sobre ciertos productos. Esta capacidad de adaptación demuestra lo crucial que es conocer a fondo las reglas del juego de cada mercado. Si quieres profundizar en las proyecciones económicas, puedes leer este análisis de El Mañana.
Elegir el Incoterm equivocado
Como ya vimos, el Incoterm define las responsabilidades y la transferencia de riesgo. Una mala elección puede llevarte a asumir costos no contemplados, como el seguro internacional, las maniobras en el puerto de destino o los impuestos de importación. Esto no solo afecta tu margen de ganancia, sino que puede generar un conflicto comercial con tu cliente.
- La solución: Antes de cerrar cualquier transacción, discute y acuerda el Incoterm por escrito con tu comprador. Es fundamental que ambas partes comprendan perfectamente sus obligaciones para evitar sorpresas y malentendidos.
Optimiza tus procesos de exportación con la tecnología correcta
Entender la teoría de los procesos de exportación es el primer paso, pero la ejecución impecable es lo que realmente te pone por delante de la competencia. En un mercado global donde la velocidad y la precisión son todo, depender de procesos manuales es como llegar a una carrera de autos en bicicleta. La tecnología ya no es un lujo; es el motor que transforma una operación compleja y llena de posibles errores en un sistema ágil, controlado y listo para crecer.

Las plataformas logísticas modernas funcionan como tu centro de mando, dándote las herramientas para dominar cada una de las fases de la exportación que ya vimos. Desde encontrar el mejor costo de envío hasta asegurar que la documentación esté perfecta, la tecnología es tu mejor aliada.
Centraliza y compara tus opciones de envío
Uno de los mayores desafíos para las empresas que exportan es la falta de visibilidad sobre tarifas y tiempos de entrega. Cotizar con cada transportista por separado es un proceso lento, ineficiente y que consume recursos valiosos.
Aquí es donde un comparador de envíos integrado a una plataforma logística lo cambia todo. En lugar de navegar entre múltiples portales, simplemente ingresas los datos de tu carga y en segundos obtienes una vista completa de las opciones disponibles, tanto para carga completa (FTL) como para carga consolidada (LTL).
Piensa en un comparador logístico como si fuera tu asesor financiero de envíos. No solo te muestra el precio, sino que te ayuda a evaluar el costo-beneficio de cada opción, balanceando velocidad, seguridad y presupuesto para que tu rentabilidad sea máxima.
Esta capacidad de comparar te permite tomar decisiones basadas en datos reales y duros, asegurando que siempre elijas la ruta más eficiente y económica para cada envío en particular.
Asesoría experta impulsada por la tecnología
La tecnología no reemplaza el conocimiento humano, sino que lo potencia. Las mejores plataformas logísticas combinan herramientas automatizadas con asesoría experta para darte soporte en los puntos más críticos del proceso de exportación.
Un asesor logístico, armado con la información centralizada de la plataforma, puede ayudarte a:
- Seleccionar el Incoterm correcto: Analiza tu modelo de negocio y el perfil de tu cliente para recomendarte el término que mejor protege tus intereses y ofrece una experiencia de compra transparente.
- Preparar la documentación: La plataforma puede autocompletar gran parte de la información para facturas comerciales y packing lists, mientras un experto valida que todo esté en orden para evitar problemas en la aduana.
- Gestionar la carga: Te orientan sobre el embalaje adecuado y coordinan la recolección y el transporte, asegurando que tu mercancía viaje segura de punto A a punto B.
Esta combinación de tecnología y talento humano reduce drásticamente el riesgo de cometer errores costosos.
Integración total para una operación automatizada
El verdadero poder de la tecnología se libera cuando se integra directamente con tus sistemas de gestión, como tu plataforma de e-commerce (Shopify, WooCommerce) o tu ERP.
Esta integración tecnológica crea un flujo de trabajo automatizado. Cuando un cliente realiza una compra internacional en tu tienda, la información viaja directamente a la plataforma logística, que a su vez:
- Genera la guía de envío automáticamente con el transportista seleccionado.
- Agenda la recolección de la mercancía sin intervención manual.
- Actualiza el estado del pedido tanto en tu sistema como para el cliente.
- Proporciona un enlace de seguimiento en tiempo real para una visibilidad completa.
Esta automatización no solo ahorra incontables horas de trabajo manual, sino que elimina el error humano y garantiza una comunicación transparente con el cliente. Es fundamental conocer el panorama para sacar provecho; por eso, te invitamos a leer más sobre las tecnologías emergentes en logística para 2024.
Los números en México no mienten: contar con operaciones eficientes es clave. Estados como Chihuahua lideran las exportaciones con ventas de 26,230.5 millones de dólares (el 17.8% del total nacional), principalmente en equipos de cómputo y transporte. Otros, como Tamaulipas, crecieron un 5.7% exportando 9,761.5 millones, y Guanajuato facturó 8,570.7 millones, destacando en manufactura. Estas cifras demuestran que, para competir en los sectores más dinámicos, optimizar los procesos de exportación con tecnología no es una opción, es una necesidad.
Resolvemos tus dudas sobre el proceso de exportación
Iniciar un proceso de exportación por primera vez siempre genera un mar de dudas. Es normal. Para que puedas tomar decisiones informadas y evitar complicaciones, aquí respondemos de forma clara y directa a las preguntas más comunes que se hacen las medianas y grandes empresas en México.
¿Tengo que ser una empresa gigante para poder exportar?
Absolutamente no. Esa es una idea obsoleta. Hoy en día, gracias a las plataformas de e-commerce y soluciones logísticas integrales, empresas de todos los tamaños pueden acceder al mercado global de manera competitiva.
El factor decisivo no es el tamaño de tu empresa, sino la calidad de tu producto, la validación de tu mercado objetivo y una estrategia logística bien definida. Con los socios correctos, el proceso es mucho más accesible de lo que parece.
¿Qué es eso del "pedimento de exportación" y por qué todos hablan de él?
El pedimento es el documento oficial que declara la salida legal de tu mercancía de México ante el SAT. Lo elabora y presenta tu agente aduanal en tu representación y es un requisito indispensable.
Imagina que el pedimento es como el acta de nacimiento de tu exportación. Sin él, para la aduana, tu envío simplemente no existe y no puede cruzar la frontera. Ahí viene toda la información clave: quién vende, quién compra, qué envías y bajo qué condiciones.
¿Más o menos cuánto cuesta exportar un producto desde México?
No existe una tarifa única; el costo total es una suma de varios componentes que varían significativamente por envío. Para calcular un costo realista, debes considerar:
- Flete internacional: Es el costo del transporte (aéreo, marítimo, terrestre), que depende del peso, volumen, origen y destino.
- Honorarios del agente aduanal: La tarifa por los servicios de gestión y despacho aduanero.
- Impuestos y aranceles: Los aplicables tanto en la exportación (si los hay) como, principalmente, en la importación en el país de destino.
- Seguro de mercancía: Un costo variable pero esencial para proteger tu inversión contra daños o pérdidas durante el tránsito.
- Costos de embalaje y manipulación: Si tu producto requiere condiciones especiales como embalaje certificado, refrigeración, etc.
¿De verdad necesito un agente aduanal? ¿No puedo hacerlo yo mismo?
En la gran mayoría de los casos, la ley exige la intervención de un agente aduanal. E incluso si no fuera obligatorio, es la decisión más inteligente. El agente aduanal es el profesional con patente autorizado para realizar el despacho aduanero.
Intentar gestionar este proceso por cuenta propia es una receta para el desastre. Te expones a errores que pueden resultar en multas elevadas, retrasos significativos y la retención de tu mercancía, afectando no solo tus finanzas, sino también tu reputación con el cliente.
Con la información correcta y los socios adecuados, exportar deja de ser un obstáculo y se convierte en un motor para hacer crecer tu negocio. En Enviando, te damos las herramientas y la asesoría que necesitas para que cada paso sea más simple, desde cotizar tus envíos LTL y FTL hasta ayudarte con la gestión documental. Queremos que lleves tus productos al mundo sin complicaciones. Descubre cómo podemos ayudarte a lograrlo.
Article created using Outrank



